domingo, 27 de mayo de 2012

Sobre la selección natural. Charles Darwin


En un dominguero deambular por los tenderetes que, celebrantes del día de libro, invadieron los soportales oscenses en una cálida tarde de abril, entre abigarrada oferta, destacóse a mi vista un pequeño expositor en el que se alineaban delgados ejemplares de colorido lomo, mostrando un diseño, cuando menos, con olor a clásico y sabiduría evidente.
Detúveme y, por contenido precio, llevéme el ejemplar que nos ocupa junto a ilegida obra del insigne Mesié Proust de la que nos ocuparemos en una futura entrada de este blog.

Obviamente no voy a descubrir nada que no se haya dicho sobre la vida y obra del científico inglés, pero si deseo llamar la atención sobre algunos aspectos de este texto que lo hacen especialmente singular.
En primer lugar la importancia histórica del mismo, en este texto se enuncian propuestas, destinadas ha avanzar en la comprensión de la naturaleza y de nosotros mismos, por primera vez, nunca hasta entonces se había establecido una propuesta explicativa del panorama de la vida sobre la tierra, con tal fuerza lógica y con el soporte de observaciones y evidencias científicas de tal peso.
En segundo lugar la enorme valentía de Darwin para presentar un propuesta rupturista de tal calibre, sobre todo en el marco de una sociedad, que si bien siempre ha favorecido los avances científicos, no deja de ser rígida y hasta cierto punto dogmática.
Y, en tercer lugar, el más importante desde mi punto de vista, este texto nos muestra la inmensa figura de Darwin como científico y como filósofo, cómo es capaz de hacer una propuesta con un grado de tino que ya quisieran muchos tiradores de precisión, basándose en la observación y en la capacidad de razonar lógicamente y de realizar las inferencias correctas, seleccionando los datos de auténtico valor entre los millones de ellos disponibles. Desconocedor de que el ADN es el fundamento de la vida, de cómo se producen las mutaciones, y de cómo se transmite la herencia a nivel molecular, es capaz de establecer un cuerpo teórico absolutamente coherente y esclarecedor de la realidad a la que alcanzaba la vista y la experiencia cotidiana con el instrumental científico disponible en aquellos momentos.

Como en todos los libros existen una serie de propuestas que han llamado poderosamente mi atención y que transcribo a continuación como elementos clave de reflexión.

La estructura de todo ser orgánico esta emparentada de modo esencialísimo, aunque a menudo oculto, con la de todos los demás seres orgánicos con los que entra en competencia por el alimento o residencia, o de los que tiene que escapar, o de los que hace presa. (p26, 27)

A esta conservación de las variaciones y diferencias individualmente favorables y la destrucción de las que son perjudiciales la he llamado selección natural o supervivencia de los más aptos. (P 32)

Metafóricamente puede decirse que la selección natural escudriña, cada día y cada hora, por todo el mundo, las más ligeras variaciones; rechaza las que son malas, conserva y acumula todas las que son buenas, y trabaja silenciosa e insensiblemente, cuando quiera y donde quiera que se presenta la oportunidad, por el mejoramiento de cada ser orgánico en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida. (P 37)

Esto me lleva a decir unas palabras sobre lo que he llamado selección sexual. Esta forma de selección depende no de una lucha por la existencia en relación con otros seres orgánicos o con condiciones externas, sino fe una lucha entre individuos de un sexo, generalmente los machos, por la posesión del otro sexo. El resultado no es la muerte del competidor desafortunado, sino que deja poca o ninguna descendencia. La selección sexual es, por tanto, menos rigurosa que la selección natural. (P 42)

El simple trascurso del tiempo, por sí mismo, no hace nada en favor ni en contra de la selección natural. Digo esto porque se ha afirmado erróneamente que he dado por sentado que el elemento tiempo juega un papel del todo importante en la modificación de las especies, como sí todas las formas de vida estuviesen necesariamente experimentando cambios por alguna ley innata. El trascurso del tiempo es sólo importante - y su importancia en este concepto es grande- en cuánto que da mayores probabilidades de que surjan variaciones ventajosas, y de que sean seleccionadas, acumuladas y fijadas. (P 59)

...por lento que pueda ser el proceso de selección, si el hombre, tan débil, es capaz de hacer mucho mediante selección artificial, no alcanzo a ver límite alguno para la cantidad de cambios, para la belleza y complejidad de las coadaptaciones de todos los seres orgánicos, entre sí y con sus condiciones físicas de vida, que puedan haberse realizado en el largo transcurso del tiempo, mediante el poder de selección natural, o sea, por la supervivencia de los más aptos. (P 64)

... las formas más afines- variedades de la misma especie, y especies del mismo género o de géneros próximos- son las que, por tener casi la misma estructura, constitución y costumbres, entran generalmente en la más rigurosa competencia mutua; en consecuencia, cada nueva variedad o especie, durante su proceso de formación, luchar con la mayor dureza contra sus parientes más próximos y tenderá a exterminarlos. (P 66)

 Aquí, pues, vemos en las producciones del hombre la acción de lo que puede llamarse principio de divergencia, ocasionando diferencias, apenas apreciables al principio, que aumentan constantemente, y las razas que se separan, por sus caracteres, ambas una de otra y de su tronco común. (p 69)

A este principio de conservación o supervivencia de los mas aptos lo he llamado selección natural. Conduce este principio al perfeccionamiento de cada ser en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida, y, por consiguiente, en la mayor parte de los casos, a lo que puede considerarse como un  progreso en la organización.  (p 89)

Es un hecho verdaderamente maravilloso - maravilla que propendemos a pasar por alto por estar familiarizados con ella- que todos los animales y todas las plantas, en todo tiempo y lugar, estén relacionados entre si en grupos subordinados a otros grupos, en la manera en que los contemplamos por doquier, o sea: las variedades de una misma especie, las más íntimamente relacionadas, las especies del mismo género, menos íntima y desigualmente relacionadas, formando secciones o subgéneros; y las especies de géneros distintos, mucho menos estrechamente relacionadas, y los géneros, relacionados en grados diferentes, formando subfamilias, familias, órdenes, subclases y clases.
....
Si las especies hubiesen sido creadas independientemente, no hubiera habido explicación posible alguna de este género de clasificación; pero se explica mediante la herencia y la acción compleja de la selección natural, que acarrea la extinción y divergencia de caracteres... (p 91)

Saber cómo un nervio ha llegado a ser sensible a la luz, apenas nos concierne más que saber cómo se ha originado la vida misma... (p115) (¿salvando las dificultades religiosas?)

.... (siguiendo a Milne Edwards), la naturaleza es pródiga en variedad pero tacaña en innovación (p 129)

Pero somos aún demasiado ignorantes para especular sobre la importancia relativa de las diversas causas conocidas y desconocidas de la variación (p135) (¿hasta donde hubiera llegado de conocer el ADN?)

Creen estos naturalistas que muchas conformaciones han sido creadas con un propósito de belleza, para deleite del hombre o del creador - aunque este último punto está fuera del alcance de la discusión científica-.. (p 135)

Podemos llegar a la conclusión de que la estructura de todos los seres vivientes es actualmente, o fue antiguamente, de alguna utilidad directa o indirecta a su poseedor. (p137)

... el sentido de la belleza es evidente que depende de la naturaleza de la mente, con independencia de toda cualidad real en el objeto admirado, y que la idea de lo que es bello no es innata ni invariable (p 135)

La belleza (...) parece que se debe por completo a la simetría de crecimiento (p 138)

Es una cuestión muy oscura la de cómo se desarrolló por vez primera en la mente del hombre y de los animales inferiores el sentimiento de la belleza en su forma más sencilla, esto es, recibir un placer especial por ciertos colores, formas y sonidos (p 139)

La selección natural no producirá nunca en ningún ser conformación alguna que le resulte más perjudicial que beneficiosa, pues la selección natural obra solamente por el bien y para el bien de cada ser (p141)

(citando a Helmholtz) Se podría decir que la naturaleza se ha complacido en acumular contradicciones para quitar todo fundamento a la teoría de la armonía preexistente entre el mundo exterior y el interior. (p142)

Creo que los animales descienden, a lo sumo, de solo cuatro o cinco progenitores, y las plantas de un número igual o menor (p149)

Por tanto, según el principio de la selección natural con divergencia de caracteres (....) también tenemos que admitir que todos los seres orgánicos que en todo tiempo han vivido sobre la Tierra descienden tal vez a partir de una única forma primordial. (p. 150)

La psicología se basará seguramente sobre los cimientos, bien echados ya por Mister Herbert Spencer, de la necesaria adquisición gradual de cada una de las facultades y aptitudes mentales. Y se arrojará mucha luz sobre el origen del hombre y sobre su historia (p155)

Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes facultades, fue originariamente alentada por el Creador en unas cuantas formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido girando según la constante ley de la gravitación universal, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un comienzo tan sencillo, infinidad de formas cada vez más bellas y maravillosas (p 157) (Manteniendo puentes con la religión, en aquel tiempo era sumamente difícil dinamitarlos todos)

Reseña editorial

Charles Darwin
Charles Darwin (Wikipedia)
Fundación Charles Darwin