lunes, 21 de diciembre de 2009

Tratamientos curativos


Además de los tratamientos higiénicos preventivos es aconsejable verter unas gotas de aguarrás en la parte posterior del estante o colocar un pequeño recipiente para que vaya evaporándose paulatinamente. Igualmente útiles son el alcanfor, la nafta y la esencia de sándalo, que huele mejor. En lugares muy cálidos o húmedos se recomienda dar a las cubiertas de los libros una capa de una solución compuesta de 30 gr. De sublimado corrosivo (Cloruro mercúrico, ¡ojo muy venenoso!), 30 gr. de ácido fénico y un litro de alcohol metílico.


Para proteger las cubiertas en piel el British Museum propone darles una capa con una pomada compuesta por 11 partes de lanolina, ½ parte de cera de abeja, 1 parte de aceite de cedro y 11 partes de hexona. A los dos días se retira la capa con una gamuza.

Si por falta de medidas preventivas el daño se produce, para hacer desaparecer las manchas de moho o de hongos, se lavan las partes afectadas con hipoclorito de potasa, que no contenga carbonato, se gradúa la concentración en función de la intensidad de las manchas. Los restos de reactivo se limpian con agua destilada.

Contra el moho es eficaz el lavado con gotas de esencia de trementina. También hay quien recomienda una solución de cloro diluida, aclarar con agua y secar con papel secante blanco y limpio.

Si los libros se encuentran afectados por insectos deben separase de los demás y, colocados en recipientes herméticos, fumigarlos con vapores de anhídrido sulfuroso proveniente de la evaporación de sulfuro de carbono.

Los libros pueden ser vehículos de transmisión de enfermedades por haber estado expuestos o usados por personas infectadas. Sobre todo los libros antiguos y de lance deben ser desinfectados antes de leerlos o colocarlos en la biblioteca.
Método de desinfección: exponer los libros a una atmósfera de vapores de formol o formalina durante 20 minutos, en cajas herméticas, conviene tapar los dorados con papel blanco.
También se pueden exponer durante 15 minutos a vapores de ácido fénico calentado a 75º. Sin embargo la atmósfera de anhídrido sulfuroso para combatir los insectos no es eficaz contra los microbios.
(seguirá....)

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