- Bien, no hay manera, no quiero vivir aquí- dije mientras avanzábamos por una carretera asfaltada que discurría por detras de una hilera de casas blanqueadas-. Quiero vivir en las montañas, por Dios santo, no en las afueras de un pueblo del fondo de un valle.....
Una delicia y mucha envidia.
Valoración personal ***
Una delicia y mucha envidia.
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