A lo largo de esta semana he podido disfrutar de la lectura de las peripecias de Clay Jannon, peculiar dependiente de la librería 24 horas abierta del Sr. Penumbra. Una novela ágil, que nos plantea un escenario a caballo entre el mundo digital que despega a velocidad de vértigo y el pausado, misterioso y casi olvidado mundo de los libros antiguos.
Para los que amamos el libro, su historia y sus misterios y a la vez vivimos plenamente embarcados en la nave Tierra 3.0, es un placer y un disfrute. Desde mi punto de vista hubiera sido deseable un trato en mayor profundidad de los temas que se van desgranando, pero, entonces, seguramente lo hubiera escrito Umberto Eco y no uno de los padres del "grita el mundo en 140 caracteres", tendría 700 páginas y no llegaría al público al que seguramente va a encandilar. Es una novela amable, optimista, con un punto de nostalgia, y otro de humildad para los que piensan que el mundo digital tiene todas las claves y aún han de comprender que estamos en los pañales de esta nueva era, que hay que aprender a andar antes de correr.
Creo que es una lectura muy recomendable para que los nativos digitales comprendan donde se gestó el mundo en el que han nacido y que les arrastra hacia el futuro.
